Consejos y cuidados

Adaptación de la vivienda

Las personas con alzhéimer se sienten más cómodas en su propio domicilio. Es un espacio que les resulta familiar, en el que se orientan con más facilidad, y debería permanecer allí siempre que sea posible. 

Sin embargo, en ocasiones, puede darse la situación de que necesiten supervisión continua para no ocasionar daños a sí mismos o a los demás, y la progresión de la enfermedad trae consigo algunos trastornos que harán necesaria la modificación de la vivienda para que siga siendo un lugar seguro y cómodo para ambas partes.

  • Colocar el botiquín y los productos de limpieza lejos del alcance de la persona enferma de alzhéimer
  • Colocar y tapar los cables de los sistemas eléctricos en zonas a las que el enfermo no pueda acceder.
  • Colocar tapas protectoras en los enchufes.
  • Sustituir la cocina de gas por una eléctrica o cortar el suministro de gas cuando no se esté utilizando.
  • Guardar bajo llave los objetos punzantes, cortantes y peligrosos en general.
  • Cubrir los radiadores con muebles protectores que estén bien sujetos a la pared.
  • Cerrar las llaves de paso del agua cuando no vaya a utilizarse.
  • Quitar las alfombras y evitar el exceso de muebles y adornos.
  • Si se van a realizar cambios en el hogar, procurar que no sean de forma brusca para no desorientar a la persona enferma de alzhéimer.
  • Cambiar las sillas por sillones estables, con reposabrazos, respaldo y altura adecuada.
  • Quitar cerrojos interiores en puertas y ventanas para evitar que los enfermos se puedan encerrar en una habitación

 

Terapia física

Las actividades físicas y cognitivas ofrecidas al paciente se establecen en función de sus necesidades particulares. La fisioterapia contribuye a que las personas que padecen de alzhéimer mantengan cierto grado de autonomía física y funcional en cada fase de la enfermedad.

La fisioterapia influye en la disminución de los síntomas que afectan a la funcionalidad, que provocan dolor y alteran la calidad de vida del paciente, así como la de su entorno familiar. La orientación familiar y de los cuidadores es básica, dado que se les informa sobre cómo manejar algunos síntomas de la enfermedad, a gestionar los factores de riesgo asociados a ella y sobre las pautas de tratamiento físico y funcional que seguir en casa. Así se fomenta la autonomía de la persona y se mejora la atención ofrecida por sus cuidadores, lo cual redunda en una mejora de la calidad de vida del enfermo.

  • Mejora o mantenimiento de la capacidad de moverse de manera lo más independiente y funcional posible, a través de ejercicio físico regular.
  • Favorecimiento de la socialización, el beneficio lúdico y el buen estado de ánimo del paciente.
  • Mejora de la movilidad articular y el tono muscular, evitando rigideces y la atrofia muscular.
  • Prevención de las consecuencias del inmovilismo. Cambios posturales y medidas técnicas.
  • Mejora o mantenimiento de la independencia.
  • Mejora o mantenimiento de la postura.
  • Tratamiento del dolor.
  • Prevención de caídas y accidentes.
  • Prevención de las complicaciones de los sistemas circulatorio y respiratorio.

    Comunicación

    La persona con la enfermedad de Alzheimer experimenta cambios en su forma de expresarse y en la forma en la que entiende a los demás, lo que dificulta el proceso normal de la comunicación. Esta progresiva incapacidad coloca a las personas de su entorno en la necesidad de aprender nuevas formas, más apropiadas, de comunicarse con él.

    Involución del lenguaje según estadios de la enfermedad:

    Fase Leve. Los trastornos del lenguaje son sutiles. Dificultad para encontrar las palabras adecuadas (anomia), con interrupciones frecuentes o leve tartamudeo. Empleo de palabras “esto”, “eso” para referirse a objetos. Tendencia a divagar. Ideas fijas repetitivas. Lentitud paulatina para la comprensión. AFASIA ANOMICA

    Fase Moderada. Marcada pobreza en el lenguaje espontáneo. Errores frecuentes de expresión ocasionan un lenguaje incomprensible y estereotipado. La comprensión se afecta, apareciendo en ocasiones la “ecolalia”, o repetición automática de lo que dice el interlocutor. AFASIA SENSORIAL TRANSCORTICAL

    Fase avanzada. Reducción de todas las capacidades lingüísticas, tanto en la comprensión como en la expresión. AFASIA GLOBAL. Sin embargo, también existen casos atípicos en los que la alteración se centra en el lenguaje, mientras que la memoria y el resto de capacidades están, en comparación, relativamente preservadas.

    Aseo Personal

    A medida que las deficiencias de memoria progresan, las personas suelen desarrollar dificultades con las tareas de la vida diaria, una de ellas el baño. En las etapas más avanzadas de la enfermedad de Alzheimer, las personas se resisten a cualquier tipo de asistencia que involucre el contacto físico. En ocasiones en la higiene personal la persona puede ser agresiva, el cuidador debe entender que esta reacción no es deliberada.

    • No introducir estufas eléctricas en el cuarto de baño.
    • Guardar el secador y la maquinilla de afeitar y hacer que los use solamente cuando el cuidador esté delante.
    • Usar alfombras antideslizantes en el interior de la bañera.
    • Si no se dispone de plato de ducha, colocar asideros para ayudarle a que se meta en la bañera. No dejar que la persona entre y salga solo de la bañera.
    • Procurar que los grifos de agua caliente y fría estén bien identificados, ya que por lo general las personas con Alzheimer tienen disminuida la sensibilidad y son muy frioleros por lo que aumenta el riesgo de producirse quemaduras.
    • En el mercado existen los llamados asientos geriátricos para el interior de la bañera, que permiten sentarse si el paciente se cansa o para lavarse los pies. Si no se tiene posibilidad, puede servir un taburete de plástico no muy alto y que mantenga la estabilidad dentro de la bañera.
    • Si la persona ya no es capaz de entrar en la bañera, se le puede asear de pie apoyado en el lavabo o en la cama según su grado de deterioro general. Para ello, conviene preguntar a un especialista cómo se realiza esta técnica.
    • Además de respetar al máximo la intimidad de la persona, hay que tener en cuenta sus hábitos higiénicos, es decir, cuándo se afeitaban, cuántas veces a la semana se aseaban, si lo hacían por la mañana o por la noche.
    • Resulta beneficioso hacer del baño un momento relajante y lúdico, por lo que se puede poner música suave, de su época y dejarle que juegue en el agua.
    • No discutir con el paciente la necesidad de bañarse si no quiere hacerlo. Es mejor espera un rato y volver a intentarlo en otra ocasión. Para animarle, conviene reforzar su imagen: decirle lo guapo o lo limpio que va entre piropos.
    • Aprovechar el momento del baño para observar el estado de la piel en busca de heridas, enrojecimientos y hematomas.
    • Ayudarle a secarse bien, sobre todo los pliegues cutáneos, como las ingles, las axilas, los pliegues entre los dedos y debajo del pecho.
    • Invitarle a colocarse delante de un espejo para que termine de arreglarse.

     

    Farmacología

    El mejor consejo para evitar errores es informarse y conocer su medicación. Para ello, debe perdir información a los prodesionales, pero no olvide que usted es el responsable de tomar correctamente los medicamentos.

    • Respete los horarios de toma de la medicación, si olvida alguna toma, espera a la próxima, no doble nunca la dosis.
    • No fraccione, abra o triture ningún medicamento sin erstar seguro que sea posible hacerlo.
    • No tome medicamentos por cuenta propia, ni aquellos que toma otra persona, pueden  no ser adecuados o causarle daño.
    • Asegúrese de ver correctamente los qeu está tomando (encienda luces, póngase las gafas), existen medicamentos muy similares.
    • Guarde los medicamentos en sus envases originales
    • No conserve los medicamentos en sitios húmedos o expuestos a la luz.
    • Para tomar medicamentos líquidos, utilice únicamente la cuchara o el dosificador incluidos.
    • Comprueba siempre el envase y el etiquetado del medicamento que le han dispensado en la farmacia, asegurándose que coincide con el recetado.
    • Mantenga los medicamentos que toma separados los productos de limpieza para el hogar.
    • Haga una lista de la medicación que está tomando (nombre, dosis, cuándo lo toma, durante cuánto).
    • Solicite ayuda de su médico o farmacéutico para hacer la lista de sus medicamentos.
    • Anote si es alérgico a algún medicamento o alimento, o si está tomando cualquier otro tipo de medicamentos incluidos los que no tengan receta o sean de herbolario.
    • Modifique la lista cuando le cambien la medicación y llevela siempre consigo, los médicos necesitarán saber que está tomando.
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