Relacionar la figura del logopeda a los enfermos con demencias o alzhéimer, cada vez es más frecuente. Atrás queda esta especialidad ligada al ámbito de la docencia, y es que esta figura está adquiriendo cada vez más, un importante papel en las terapias aplicadas a este tipo de enfermos donde la comunicación se vuelve cada vez más difícil según avanza la enfermedad.

Noelia Asensio, logopeda en la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer de Cartagena y Comarca, AFAL, ha podido experimentar como en tan solo cuatro meses de trabajo en la asociación, tanto los familiares como los enfermos han recibido de forma positiva la figura del logopeda inexistente hasta el momento en AFAL.

Todos los usuarios de Afal reciben atención logopédica ya que se realizan talleres grupales de estimulación aunque también se da atención individualizada, y es que “la prevención es muy importante” ha apuntado Asensio.

Estudios recientes han puesto de manifiesto que “las alteraciones en el lenguaje son indicadores tempranos de la enfermedad de alzhéimer” ha recordado la especialista, de ahí que terapias consistentes en estimular el lenguaje y la comunicación sean necesarias aplicarlas y darlas a conocer también entre los familiares y cuidadores.

Y es que en estas enfermedades “es importante que los interlocutores sepan adaptarse al paciente, cómo fomentar la participación en la conversación y cómo actuar en ciertas ocasiones” ha indicado Asensio.

Dificultad para encontrar las palabras adecuadas, repeticiones, circunloquios y conversaciones poco fluidas, son pequeñas pistas que muestran el deterioro del lenguaje “tenemos que conseguir que las personas con demencia no se aíslen y participen en las conversaciones” ha añadido la logopeda.

Pero no solo hay problemas en el lenguaje, a esto se une la dificultad para deglutir los alimentos o las bebidas, tarea que también recae sobre este especialista que en muchas ocasiones tiene que adecuar la dieta del paciente para hacerla segura, ablandando algunos alimentos o espesando los líquidos y enseñando técnicas posturales para hacer que la deglución sea más eficiente “se piensa que toser o atragantarse cada vez que se come es normal, y no solo no es normal sino que puede traer graves consecuencias” ha apuntado Asensio.

La Seguridad Social no cubre el servicio que ofrecen los logopedas a personas con enfermedades neurodegenerativas, estas prestaciones solo se reciben de forma privada o bien a través de una asociación como AFAL, y no todas disponen de ella. Asensio ha explicado que no todo el mundo puede costearse este tipo de asistencia “no se trata de una rehabilitación de unos meses sino de una estimulación continua”.

Lamenta la especialista la dificultad que encentran los logopedas para acceder al mundo laboral centrado en este tipo de población, y es que durante la carrera “no se presta prácticamente atención en este campo, siendo la formación bastante deficiente”.

Asensio agradece a Afal el poder ofrecer este servido que beneficia a tantos usuarios y recuerda que es una de las pocas asociaciones en España que cuanta con asistencia de logopeda.

 Afal Cartagena y Comarca ha apostado por el desarrollo de la especialización de profesionales en el ámbito del adulto mayor, de ahí que la figura del logopeda fuera muy necesaria dentro del equipo de trabajo de la asociación.

Geli Yedra Díaz

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